NOTICIA: Nuevos guías turísticos en Vigo

La concejalía de turismo de la ciudad de Vigo pone en marcha un programa en el que cincuenta jubilados darán información a los turistas que visiten la ciudad.


El teniente de alcalde Santiago Domínguez anunció ayer la iniciativa, de la que se hará cargo la propia concejalía de turismo. Serán en total cincuenta los jubilados que participen en este plan y lo harán con carácter voluntario. El ayuntamiento ya se ha puesto en marcha para buscar personas que estén interesadas, buscando entre asociaciones de mayores y residencias. Cualquier persona que esté interesada en participar en este proyecto podrá apuntarse en la propia concejalía de turismo. El ayuntamiento ha informado que si el número de personas apuntadas es superior al número de plazas disponibles, se hará una rotación para que todo el mundo que quiera pueda participar.

Santiago Domínguez informaba que se ha puesto en marcha este proyecto para cubrir la gran demanda de información turística que existe en determinadas temporadas. Por ello, los voluntarios sólo prestarán sus servicios en ocasiones puntuales, cuando haya mayor afluencia de turistas, como en Semana Santa, en verano o los puentes más importantes.

Los voluntarios estarán formados por el ayuntamiento, que impartirá clases en las que aprenderán nociones básicas de inglés, francés y alemán. Además de idiomas, se pondrá en marcha un plan de formación de 30 horas para que los nuevos guías turísticos conozcan los lugares de interés de la ciudad, tanto históricos como comerciales o gastronómicos.

Como compensación a esta actividad los participantes tendrán la posibilidad de acceder a toda la oferta turística de Vigo de forma gratuita, como la entrada de museos, viajes a las islas Cíes u otras actividades que ponga en marcha el ayuntamiento.

La iniciativa, tal y como ha anunciado el ayuntamiento, está prevista que se ponga en marcha el año que viene.
j
j
j
Si no quieres leer la noticia, tambien puedes escucharla aquí:

CRÓNICA: 48 horas de relax en la sierra de Madrid


La rutina diaria hace que vayamos corriendo a todas partes. El trabajo, la casa, los compromisos, todo ello hace que al final de la semana no tengamos ni un respiro para nosotros mismos y el descansar se convierta en una utopía.

Este fin de semana vamos ha escapar de este círculo de tensiones al que estamos sometidos y ha disfrutar de unas horas de relajación en el hotel - balneario El Bosque, situado en la sierra de Guadarrama.

Estamos en Madrid, son las 19:00 del viernes y a la salida del trabajo cogemos el coche para ponernos en marcha dirección a la sierra de Guadarrama. El balneario está en un pueblecito llamado Mataelpino que se encuentra a apenas 8 kilómetros del pueblo de Navacerrada. Esta zona es muy popular los fines de semana entre los madrileños ya que se encuentra el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, un paraíso natural para todos aquellos que les guste andar y disfrutar de la naturaleza. Aproximadamente en una hora llegamos al balneario que está en medio de la sierra rodeado de un entorno que seguro logrará que nos olvidemos del alboroto de la ciudad.

El recinto y los alrededores

En el recinto hay varios edificios en los que encontramos las diferentes ofertas del spa. En primer lugar pasaremos por la tienda, en la que hay multitud de productos de belleza, aceites relajantes, libros de taichi, artículos de decoración de todo el mundo o sales marinas para cuidar nuestra piel, los cuales sólo encontraremos en balnearios de este tipo. Si continuamos el paseo, veremos los dos edificios que componen el hotel. El que dejamos a nuestra izquierda es muy grande, ya que en él se encuentran, además de algunas habitaciones, las instalaciones en las que se desarrollan todas las actividades y las piscinas con el circuito hidrotermal. En el otro, encontramos la recepción y las suites.


Antes de registrarnos, continuamos nuestro paseo y nos encontramos con el cenador, un edificio circular que resulta característico porque está rodeado por un gran ventanal desde el que sin duda se verán unas vistas impresionantes. El hotel - balneario El Bosque, no sólo está preparado para pasar el tiempo de ocio, en él encontramos también un auditorio y amplias y confortables salas de reuniones donde las empresas pueden dar seminarios, impartir cursos o realizar negocios en un ambiente tranquilo y apacible, que les permite dar una perspectiva diferente a la que están acostumbrados. Todas estas instalaciones, con los jardines y terrazas se encuentran en una finca de 7.000 m2 rodeados de silencio, aire puro, tranquilidad y exclusividad.

Tras registrarnos en el hotel la recepcionista nos informa del paquete que tenemos contratado. El hotel – balneario tiene disponibles multitud de opciones a elegir para todos los bolsillos y para todas las exigencias. Encontramos siete paquetes de fin de semana que combinan hotel y spa, incluyendo algunas de ellas acceso al restaurante, actividades como Reiki o terapias como masajes tailandeses. Los precios de los paquetes oscilan entre los 130 € y los 299 € por persona, aunque algunos sin duda están pensados para disfrutar en pareja. También existen paquetes más económicos para disfrutar de las instalaciones entre semana. Nosotros hemos elegido uno de los económicos, el paquete Vitalidad, que incluye dos noches de hotel en régimen de alojamiento y desayuno, un circuito hidrotermal y una terapia del balneario a elegir, todo ello por el módico precio de 150 € por persona.

Ya son las 21:00, dejamos las bolsas en la habitación, la cual tiene unas vistas espectaculares que podemos disfrutar desde la terraza, todo en la habitación está cuidado al mínimo detalle. Encima de la cama, tenemos preparado un albornoz, una toalla, un gorro de piscina y unas zapatillas para movernos cómodamente por el balneario durante las sesiones que disfrutaremos mañana por la mañana.


Antes de ir a descansar, nos damos un paseo por el pueblo de Mataelpino. Es un pueblo de montaña típico de la sierra madrileña, es pequeño y con poco comercio, lo que sí encontramos que merece la pena visitar es el restaurante La Piedra, se caracteriza por tener una terraza muy cuidada en la que incluso en estos días de frío es agradable sentarse a tomar algo. La especialidad de la casa según nos comenta el dueño es la carne a la piedra y las ensaladas, no podemos sino hacer caso a la recomendación que nos hacen y elegimos una ensalada césar y una ración de carne. La relación calidad precio es bastante buena aunque las raciones no sean excesivamente grandes, y junto con una cerveza el precio total es de 20 €. Es hora de volver al hotel y descansar.

Una mañana de relax: desayuno y circuito hidrotermal

A las 10:00 de la mañana nos dirigimos al restaurante para desayunar. Todo, al igual que en el resto del hotel, está muy cuidado. El desayuno es tipo buffet y encontramos todo tipo de zumos naturales y frutas, cereales, yogures, embutidos y pan de pueblo perfecto para prepararse unas tostadas.

A las 11:00 tenemos cita en el circuito hidrotermal, a la entrada nos explican cómo hay que realizarlo. En primer lugar, nos vamos a la terma romana para eliminar toxinas del cuerpo, la cual intercalaremos con el baño turco, perfecto para eliminar imperfecciones de la piel, sobretodo esos pequeños puntos negros que no logramos quitar en casa. Entre cada entrada y salida de la terma y el baño turco nos damos una ducha escocesa que intercambia agua fría y caliente y es perfecta para reactivar la circulación corporal y recuperar la temperatura. El siguiente paso es el jacuzzi. El agua está a una temperatura de 38º y desprende un aroma muy relajante. Todo lo que nos rodea es silencio, lo que ayuda a dejar la mente en blanco y disfrutar de nuestro circuito. Mientras estamos en el jacuzzi salimos un par de veces a la piscina de agua fría que está a 10º de temperatura. La sensación al entrar es muy chocante y no podemos aguantar mucho dentro pero al volver al jacuzzi el contraste de temperatura hace que sintamos un cosquilleo muy agradable por todo el cuerpo. Esta piscina de agua fría sirve para tonificar la piel y los músculos y hará que nos invada una sensación de relajación total cuando volvamos a la piscina de agua caliente.

Continuamos nuestro recorrido y nos vamos a la piscina de hidromasaje que se compone de una serie de chorros de agua de diferentes presiones. Esta piscina esta destinada a tratamiento zonal, en primer lugar pasamos por las camillas acuáticas donde se recibe un masaje de cuerpo entero con presiones de agua y burbujas. Después continuamos por la zona de chorros aéreos para masajear fuertemente la parte superior del cuerpo (pectorales, bíceps, cervicales hombros, cara y cráneo). Aquí notaremos un gran alivio en la zona del cuello, que suele ser de las más afectadas debido a las malas posturas que estamos acostumbrados a tener. La sensación que produce el agua en este espacio, es la de estar siendo masajeado por alguien, es una sensación muy agradable y se nota mucha mejoría una vez que pasamos a la última parada de esta piscina. Esta zona se compone de una serie de chorros que se encuentran bajo el agua y que se encargan de tonificar lumbares, muslos y gemelos. Notaremos una vez llegados a este punto del circuito que la zona superior esta mucho menos contracturada y relajada, ahora hay que pasar al Pediluvio para tener la misma sensación en la extremidades inferiores.

El Pledilucio consiste en un camino cubierto de cantos rodados que masajean las plantas de los pies y una serie de aspersores que combinan agua fría y caliente lo que estimula la circulación de las piernas. Este paso es muy importante ya que, aunque no le demos demasiada importancia a los pies, es una zona muy importante del cuerpo en la que se encuentran todas las terminaciones nerviosas. Esto hace que sea una parte especialmente sensible y que manteniéndola bien no sólo se benefician nuestros pies sino el resto del cuerpo. El último paso del circuito hidrotermal son las duchas escocesas, en primer lugar, y después la ducha de aromaterapia en la que el agua está mezclada con aceites esenciales que hidratan nuestro cuerpo y desestresan nuestra piel. Para finalizar la encargada del circuito muy amablemente nos acompaña a la zona de relax y nos sirve un zumo de naranja que rehidrate nuestro cuerpo. En la sala hay muchas hamacas, nos tumbamos en una y admiramos el fantástico paisaje que se ve desde el gran ventanal que hay en la sala. Sin duda este es un momento mágico, mi cuerpo esta totalmente relajado, la piel está suave y mi cabeza está vacía de preocupaciones y prisas. Lo único que hago es admirar las fantásticas vistas de la sierra de Guadarrama que dan al spa un toque especial y que hacen que pueda sentirme una persona nueva tras hora y media en el circuito.

Una tarde de masajes: las terapias del balneario

A las 19:00 tenemos cita para la terapia del balneario que incluía el paquete contratado. Entre las opciones había todo tipo de tratamientos como drenaje linfático, masaje localizado, reflexoterapia en el agua o masaje con piedras calientes, entre una oferta de 33 opciones. Nosotros hemos elegido el masaje relajante de cuerpo entero. El tratamiento dura aproximadamente media hora. Cuando entramos en la sala, la masajista nos pide que nos tumbemos en la camilla, cada detalle está pensado, la luz es suave, hay música oriental de fondo y el aroma que hay en la sala ayudan a que nuestra mente se relaje, en algún momento es como si ésta se desprendiese del cuerpo mientras que la masajista relaja cada uno de nuestros músculos. Al terminar nos dirigimos a la habitación y nos preparamos para la cena.

El restaurante

El viaje parece que ya ha cumplido su cometido. Ya no te sientes igual que cuando llegas, ya no hay prisas, ya nada hay más importante que la tranquilidad. Me dirijo al restaurante del hotel para disfrutar de mis últimos momentos de estancia. La carta es muy variada y hay platos para todos los gustos, parece que al igual que el resto de aspectos del hotel – balneario la carta ha sido pensada detalle a detalle.


Para empezar elijo entre los entrantes un crujiente de morcilla con puré de manzana, la combinación de salado y dulce y la textura de la morcilla hacen que el plato sea muy original. De segundo me recomiendan la Lasaña de verduras con queso emmental, la cual merece sin lugar a dudas esa recomendación, es ligera y suave y el queso le da un toque diferente e intenso que combina perfectamente con las verduras que conforman el relleno. Todo ello lo acompañamos con un vino de la casa cuya denominación de origen es Tierra Montespina. De postre probamos el Soufflé de chocolate con coulís de maracuyá, que es una perdición para todos aquellos que sean amantes del chocolate. Toda esta cena con I.V.A incluido, nos supone un coste de 38 €. Si entre todos los platos que oferta el restaurante nos cuesta elegir, también podemos pedir una selección de los platos que recomienda el chef en el menú degustación por 50€ por persona. Entre los platos podemos encontrar, canicas de queso de cabra sobre una cama de membrillo bañadas en miel de romero, merluza en salsa verde con almejas o croquetas de verduras y mango. Entre los postres podremos probar el soufflé antes mencionado y una Mouse de chocolate con helado de violeta.

Fin del trayecto

El domingo, antes de volver a la realidad podemos aprovechar para hacer una ruta por el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares que se encuentra a apenas 7 kilómetros de Mataelpino. En este parque, hay rutas preparadas para hacer andando o en bici y las hay para todo tipo de personas, por tanto podemos darnos un tranquilo paseo o hacer una ruta más complicada si somos expertos senderistas.

El hotel – balneario El Bosque dispone también de un spa urbano situado en Mairena del Aljarafe, Sevilla, el cual dispone además de gimnasio y servicios de estética y peluquería.

Hay que recordar que sea cual sea el centro al que vayamos o los servicios que queramos disfrutar es imprescindible hacer una reserva de lo que queramos contratar.

Un regalo muy original

Un fin de semana de tranquilidad o una sesión de spa puede ser un regalo muy original y, puesto que se acercan las navidades, podemos sorprender a nuestra pareja, hacer un regalo especial a la familia o animar a un amigo gracias a las cartas regalo. Para comprarlas lo único que tenemos que hacer es elegir aquello que deseamos regalar y adquirirlo por teléfono, el pago se realiza con tarjeta de crédito y la carta la envían por mensajería en 24 o 48 h. Su utilización es muy sencilla y práctica, la persona que recibe la carta regalo podrá canjearlo cuando quiera en un plazo de seis meses, por tanto sólo tendrá que llamar a El Bosque y reservar en el momento que le apetezca.
j
j

Si no quieres leer la noticia, tambien puedes escucharla aquí:

ENTREVISTA: Antonio Henares y sus viajes solidarios



Hay múltiples formas de viajar y con múltiples fines, los viajes solidarios son otra forma de ver el mundo ayudando a los que más lo necesitan. Entrevistamos a Antonio Henares Iranzo, director de la iniciativa Biciaventura Solidaria que hoy ve consolidado su proyecto y consigue ayudar a miles de personas de todo el mundo viajando con su bicicleta. Biciaventura nació hace siete años de la mano de un grupo de aventureros apasionados de las bicicletas, con el fin de disfrutar del medio ambiente y de ayudar a reducir los desajustes sociales que hay por todo el mundo. Gracias a esta iniciativa, se han llevado a cabo proyectos solidarios por toda Europa, Asia y África, como construir pozos de agua, crear un centro para acoger a los niños de Camboya que están en la calle, o la creación de un centro escuela en Nepal.


¿Qué es para ti un viaje solidario?

Para mi un viaje solidario es salir fuera de casa, intentar ayudar a los demás y dar parte de ti a los que más lo necesitan. Eso es la base de un viaje solidario.

¿En qué consiste el proyecto de Biciaventura Solidaria?

Biciaventura nació hace 7 años, en un principio eran viajes solamente de aventura, recorrer Europa u Oriente medio en bicicleta llevando papeles a los líderes de los países donde pasábamos. Pero llegó un momento en que decidimos pasar de las palabras a los hechos y cuando viajamos por Pakistán, India y Nepal vimos que hacía falta un algo más. Comenzamos colaborando con un hospital de mujeres quemadas y ya aprovechamos para llevar recursos para fundar el primer hogar escuela en Baseri en el Everest.

¿Cómo surgió la idea?

Yo cierto día había hecho el Camino de Santiago, que creo que es un viaje de obligado cumplimiento para toda la gente. Sobretodo para ir rompiendo un poco la miopía de proximidad que tenemos la mayoría de estar siempre en el lugar donde vivimos. Es básico viajar. Después del Camino de Santiago, quería hacer algo más, y proyecté el irme de Toledo a Roma con la bici. Recuperé mediante libros una ruta del siglo XV “La ruta de los emisarios imperiales” y me fui a Roma, allí me recibió Juan Pablo II. Es curioso como lo hice, cómo empecé a montar este proyecto porque yo quería que me recibiera el Papa y era difícil, pero también necesitaba recursos y un motivo para que me recibiera. Entonces estuve hablando con el corregidor de Toledo, el alcalde, con el rey de España y con el cardenal primero y me dieron unas misivas, para ir como emisario imperial. Estuve hablando con Monteiro de Castro, nuncio de su Santidad, y le dije que tenía todas estas cartas y que si me podía recibir el Papa, y me cuadró todo. Luego tuve que hacer lo mismo con la prensa y los esponsor. Les dije que tenía una rueda de prensa en la que iba a haber muchos medios de comunicación y que necesitaba esponsor, todo cuadró y ese fue el primer viaje. Y a raíz de ahí creciendo más y más sitios. Me lo pasé tan bien en este viaje que pensé que lo que no se podía hacer era vivirlo uno solo. Cuando una cosa es bonita y te lo pasas bien lo suyo es compartirlo. Y bueno, cada año se ha ido uniendo más y más gente hasta se ha creado un proyecto sólido.

¿De dónde viene la financiación?

La financiación es todo a través de esponsor. Por una parte tenemos la financiación solidaria, nosotros buscamos un proyecto que cubrir cada año. Para los proyectos no buscamos a ONG´s, buscamos a pequeñas organizaciones o misioneros españoles que estén por el mundo, no por nada, sino porque nosotros tampoco podemos sacar muchos recursos, somos gente que tenemos nuestro trabajo y que nuestros recursos son limitados. A estos misioneros les preguntamos cuáles son sus necesidades en la zona donde trabajan, que son zonas por las que nosotros vamos a pasar y durante todo un año buscamos esos recursos que necesitan, es decir, buscamos el dinero para cubrir el proyecto que ellos quieren realizar. ¿Qué hacemos? Enviamos el 50% del dinero que ellos nos piden por adelantado, luego con nuestras bicicletas solidarias vamos y comprobamos que el proyecto lo han llevado a cabo con mano de obra del país por donde vamos a pasar, es decir, que buscamos también la economía sostenible. Cuando el proyecto está construido automáticamente hacemos el ingreso del otro 50%. Nosotros no podemos tocar ese dinero, el dinero entra de los esponsor directamente a un fiscalista que guarda el dinero en una cuenta bancaria y nosotros lo entregamos. ¿Cómo pagamos nuestros viajes? Por una parte tenemos esponor que quieren que probemos materiales. Por ejemplo, nosotros estamos desarrollando para una firma americana bicicletas, hay otra empresa alemana que quiere que desarrollemos las alforjas para viajar en bicicleta y hay una conocida firma de ropa en España, Coronel Tapioca, a la que nosotros desarrollamos la ropa técnica, y así nos van dando todo el material. Lo único que tenemos caro es el billete de avión, y nosotros cambiamos billetes de avión por impactos en medios, con lo que el viaje también nos sale gratis. Para financiar nuestra comida y el dormir vamos de peregrinos, comiendo lo que encontramos por el camino y durmiendo donde haya un techo. Con lo cual un viaje nuestro, 21 días, por cualquier parte del mundo no nos suele costar más de 100 o 150 euros por persona.

¿Cuáles son las tareas que lleváis a cabo en los países donde vais?

Nuestras tareas son dar pedales, al amanecer cogemos nuestras bicicletas y cada día hacemos entre 8 y 10 horas de pedaleo, venimos haciendo en torno a 140 kilómetros diarios de bicicleta. Eso sí, en plan paseo, cada hora paramos, nos juntamos con la gente, paramos a almorzar, a charlar, a conocer a los alcaldes y a la gente de los pueblos, sobretodo donde paramos a dormir. Imaginaos en un país del tercer mundo, un grupo de 10 o 15 personas vestidas como astronautas, con los trajes de ciclistas de colorines y unas bicicletas que ellos jamás han visto pasar por ahí. Eso es lo que hace hablar a las personas de la zona, se va corriendo la voz de que va un grupo de ciclistas y la gente sale a recibirnos a nuestro paso. En el sitio donde vamos a dormir o donde paramos a comer, somos una verdadera fiesta. El trabajo a realizar durante el día en bici es muy bonito, pero cuando llega la tarde, la bicicleta hay que repararla, limpiarla, hay que lavar la ropa, buscar un sitio donde dormir, hacer la cena, osea buscar un sitio donde lavarte, si lo hay, también hay que potabilizar agua. Aquí es cuando empieza un poco el día a día. La bicicleta es lo bonito, el paisaje, ir viendo cosas nuevas, charlar con los compañeros. Lo que nos mina cada día es el comer mal, el no poder descansar como uno quiere y cada día te van pesando los kilómetros. Cuando llegamos al sitio donde vamos a hacer la ayuda solidaria tenemos un par de días. Allí comprobamos que todo está hecho, hacemos la inauguración y compartimos dos días con el misionero y con la población ayudando. No permitimos que seamos nosotros el motivo de la fiesta, hay una cena o algo un poco más especial, pero nosotros vamos dos días básicamente a ayudar. Si hay que plantar hay que plantar, si hay que sembrar, lavar o si hay que cuidar. Yo recordaré siempre el cuidar a mujeres quemadas en la India, tener que quitarles la piel, tener que darles Betadine, y que alguna de ellas se te muriera en los brazos. Es todo muy divertido, pero hay momentos duros también en estos viajes.

¿Cómo elegís los países donde vais a realizar un proyecto?

La forma de elegir los países en un principio era ir dando la vuelta al mundo. Recorrimos primero toda Europa, Oriente medio y después continuamos por Asia. Parte del equipo que viene son personas mayores, hay gente prejubilada, que me comentó que les quedaban pocos años para seguir dando pedales y que querían pasar por todos los continentes. Por ello, vamos saltando de continente, nos falta en Asia China y Mongolia, y ahora hemos ido a África, sobretodo al África negra. Buscamos donde haya más necesidad y nos van dirigiendo un poco los misioneros españoles, los indicándonos dónde hay más necesidad. Dentro de un par de años iremos a América para que toda la gente que hace Biciaventura hoy día pueda pasar por todos los continentes.

Háblanos de la siguiente ruta ¿La estáis preparando ya?

Sí, estamos definiendo la ruta del 2010. Lo importante que son los países ya los tenemos, vamos a ir a Namibia, Botsuana, Zimbabwe y Zambia. En Zambia hay bastantes problemas ahora mismo y casi una guerra civil encubierta ahí dentro. Ahora estamos definiendo cuál va a ser el proyecto solidario, tenemos encima de la mesa tres proyectos, tenemos que ver cuál es el que nosotros podemos abordar. Una vez que tengamos elegido el proyecto, tenemos que abordar mediante los esponsor los recursos para cubrirlo. Y por último ver que otra parte del equipo quiere venir y qué gente se quiere apuntar a acompañarnos.

¿Cuándo hacéis las rutas?

Las rutas las hacemos en invierno, en verano no las hacemos porque para nosotros hay más dificultades para encontrar billetes de avión que nos puedan financiar. Nosotros nos vamos dos semanas antes de Semana Santa que es cuando menos viaja la gente y así juntamos 21 días, como no vivimos de esto, procuramos que no nos cuente todas las vacaciones. Aprovechamos a viajar de manera que no tengamos dificultades en encontrar esponsor y procurando tener también otro tiempo de vacaciones y de ocio durante el verano.

¿Qué tipo de preparativos hay que hacer antes de cada viaje?

En este tipo de viajes más que una preparación física es más psícológica. Es un viaje que está más en la cabeza que en las piernas. Evidentemente, es obvio que hay que hacer deporte, mantenerse en forma y tener una preparación física en bicicleta. Por lo menos los dos o tres últimos meses hay que bajar de peso y hacer deporte continuado con la bicicleta. Lo que sí es importante es prepararse para lo que vas a ver, para lo poco que vas a descansar y lo poco que vas a comer, ese es el preparativo más importante. Pero todo con ilusión se lleva a cabo, esto es dejarte llevar por el corazón y poner una pizca de razón y eso es todo, corazón y hacia delante.

¿Qué perfil tiene la gente que se anima a participar?

El perfil de la gente es aventurero. Yo creo que todos los que vamos estamos un poco locos (risas). Es gente que siempre ha tenido sueños, con iniciativa y que quiere vivir, conocer algo distinto, gente que quiere ayudar… El perfil que tenemos es ese, es gente con ganas de viajar, gente aventurera, que les encanta el deporte. Además si a todo esto le pones el paraguas de la solidaridad y el medio ambiente, le das ese toque especial al viajar.

¿Cuántos soléis ir en el grupo?

Cuando más gente hemos sido, hemos sido 15 personas. El año pasado como era una zona bastante complicada, Uganda, Ruanda, la frontera con el Congo, Burundi y Tanzania, fuimos solamente 10 personas. Por la frontera por la que pasamos del Congo estaban en guerra en ese momento, y en Burundi había terminado la guerra civil pero estaba la guerrilla haciendo de las suyas, de hecho allí nos secuestraron. Lo primero que se le dice a la gente son los problemas que se pueden encontrar y les informamos para que sepan muy bien a dónde vamos a ir. El año pasdo se cayeron 5 del cartel y fuimos 10. Pero todos hemos vuelto ¿eh? (risas).

¿Quién te ha sorprendido más cuando te ha dicho que se iba contigo en una de tus aventuras?

La persona que más me sorprendió fue una periodista del Canal sur. Me hizo una entrevista con motivo del viaje que iba a hacer de Toledo a Roma. Cuando terminamos la entrevista, dijo detrás de mi que era un fantasma y que no iba a llegar nunca a Roma ni iba a ver al Papa, como la escuché, me acerqué a ella y la dije que no sólo iba a llegar sino que en algún viaje ella me acompañaría. Y efectivamente, esta chica se vino conmigo y se cruzó Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. Ahora es una de las más acérrimas seguidoras del grupo y no se pierde un viaje de ninguna de las maneras.

Claro, una vez vivida la experiencia…

Todo el mundo repite, menos cuando por circunstancias de la vida se ha tenido que ir a vivir fuera, o por circunstancias laborales… Con nosotros viene gente con 29 años, 28 años el más joven que ha venido, y gente con 62. La gente de 62 realmente son los más preparados. Son los que más aguantan conforme van pasando los días y aunque parezca mentira los que más serenos están. La gente joven al principio es más el ímpetu, las ganas, el recorrer, el no hace falta comer y así aprovechamos el viaje y adelgazamos… Y al final nos faltan fuerzas.

¿Cómo harías para que se animara la gente a participar en tu proyecto?

Hay muchas formas de divertirse y creo que la diversión esta desde hacer botellón, hasta ir a bailar, pero lo que no puede dejar de hacer un ser humano es de viajar. Creo que eso es básico, y para viajar no hace falta ser rico, yo viajo sin nada. Es fundamental viajar por España, hacer el Camino de Santiago, salir al extranjero y perder esa miopía de proximidad, ver a los que te rodean… hay que viajar siempre. Si viajas y le das ese toque de aventura, por ejemplo, ir en un tren por la India o un por Egipto, vale 10 o 15 pesetas viajando en un vagón de tercera, el comer no te cuesta más de 30 pesetas, y es fantástico. Hay que salir y viajar, yo lo recomiendo, que vean el mundo. El mundo es algo especial y algo bonito es el viajar y si haces deporte, encima te mantienes en forma ¿qué más vas a pedir? Ese es un poco el mensaje que yo quiero mandar, que la gente viaje, es básico y si viajas ayudando a los demás se convierte en algo especial.

j

j

Si no quieres leer la noticia, tambien puedes escucharla aquí: